Seguramente cuando escuchas alimentos integrales piensas en tu pan feo y duro, pero, ¡nada más lejos de la realidad! Actualmente hay muchos alimentos integrales deliciosos, versátiles y que le hacen muy bien a nuestro organismo.
Y si pensabas que el alimento integral ese pan que comían los abuelos, te sorprenderá saber que ahora puedes comer arroz integral, pasta integral. Y como existe harina de trigo integral las opciones son infinitas para postres, panes, tortas y mucho más.
Después de que conozcas todos los beneficios de los alimentos integrales no volverás a comprar la versión refinada o tradicional.
Beneficios de los alimentos integrales
Fibra
Uno de los principales beneficios de los alimentos integrales es que es muy buena fuente de fibra. La fibra es un nutriente que no solo favorece la salud del sistema digestivo, sino que tiene otros beneficios increíbles.
Si sufres de estreñimiento o has tenido episodios de estreñimiento probablemente te han dicho que debes aumentar el consumo de fibra o comer alimentos ricos en fibra. Es que la fibra mejora el tránsito intestinal, ayudando a prevenir los molestos síntomas del estreñimiento.
Pero, adicionalmente, la fibra también repercute de manera positiva en los niveles de colesterol en la sangre, pues la fibra soluble logra capturar el colesterol antes de que llegue a la sangre. Una buena fuente de este tipo de fibra es la avena y la cebada.
Y como si fuera poco, el consumo adecuado de fibra promueve la pérdida de peso. ¿Por qué? Resulta que la fibra tiene un efecto saciante en nuestro organismo, es decir, que cuando comemos un alimento con alto contenido de fibra, nos hace sentirnos llenos por más tiempo. Esto evita que comamos de más, o “piquemos” entre comidas esos snacks que solo aportan grasas y calorías vacías.
¿Y qué tanta fibra se necesita? De acuerdo con la Organización Mundial para la Salud, OMS y las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, se recomienda consumir al menos 25 gramos de fibra al día.
Cuando se excede en la cantidad diaria recomendada de fibra se corre el riesgo de que el cuerpo no logre la asimilación adecuada de nutrientes como el calcio, magnesio y hierro. Adicionalmente se recomienda tomar mucha agua para que la fibra no se apelmace en el interior del organismo.
Si tu ingesta es mucho menor de lo recomendado puedes comenzar a modificar tu dieta incluyendo más alimentos integrales ricos en fibra o con suplementos. Eso sí, te recomendamos hacerlo de manera gradual porque puede provocar molestias estomacales como diarrea.
Vitaminas y minerales
Los alimentos integrales son fuente de varias vitaminas, especialmente las del complejo B. Estas vitaminas del complejo B son la B1, B2 y B3, pero también es fuente de vitamina E, calcio, zinc, potasio, magnesio, selenio, hierro y otros minerales.
Cada vitamina y mineral representa un beneficio para nuestro organismo, la vitamina E, por ejemplo, es un antioxidante súper poderoso. Los antioxidantes ayudan a prevenir el estrés oxidativo, es decir, el envejecimiento prematuro de los órganos.
Recuerda que es muy importante tener una alimentación variada, pues un alimento por sí solo no le aporta al cuerpo todos los nutrientes necesarios y en las cantidades adecuadas. Si bien un alimento integral le aporta a tu cuerpo varias vitaminas y minerales no lo hace en las cantidades que el cuerpo necesita.
Buenos para la salud cardiovascular
Para mejorar la salud del sistema cardiovascular te recomendamos reemplazar los alimentos refinados por opciones integrales. Alimentos como el arroz y la pasta son muy tradicionales en nuestra alimentación y es un gran paso que te ayudará.
De hecho, algunos estudios han determinado la relación del consumo de alimentos integrales con menor riesgo de sufrir alguna enfermedad cardiovascular. Se puede deber, principalmente, a que ayuda a controlar los niveles de colesterol en la sangre.
Fuente de antioxidantes
Como lo mencionamos antes, los alimentos integrales son fuente de antioxidantes como la vitamina E. Pero, ¿por qué son tan importantes los antioxidantes? Resulta que esas sustancias son las únicas capaces de combatir a los radicales libres, que son los que producen el estrés oxidativo en nuestro organismo.
Entonces, para mantener nuestros órganos saludables y vernos jóvenes por más tiempo es indispensable aumentar el consumo de antioxidantes. Además de encontrarlos en los alimentos integrales, frutas como los arándanos, la uva y el tomate son fuente de antioxidantes.
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