Las deficiencias nutricionales se presentan cuando el cuerpo no recibe una alimentación adecuada o cuando por algún problema de salud no absorbe un nutriente (o varios) correctamente.
En el caso de la alimentación, la recomendación es tener una alimentación lo más variada posible para evitar posibles deficiencias nutricionales que desencadenen en problemas de salud.
No hay un alimento que por sí solo le brinde al cuerpo todos los nutrientes que necesita para funcionar correctamente. De ahí la importancia de tener una alimentación variada, pues los colores de los alimentos influyen en los nutrientes que aportan.
Por ejemplo, las verduras de hojas verde son buena fuente de fibra, los alimentos de color rojo son ricos en antioxidantes, los alimentos morados son buenos para el sistema urinario, los alimentos blancos ayudan a controlar el colesterol y los alimentos naranja son ricos en vitamina C y betacaroteno.
Cuando somos más conscientes de nuestra alimentación, podemos entender mejor todas las bondades que nos aportan los alimentos y comenzar a escoger mejor a la hora de comprar. También es importante entender nuestro cuerpo y los requerimientos nutricionales de acuerdo a nuestro estilo de vida.
En este artículo te contaremos cuáles son las deficiencias nutricionales más frecuentes y las consecuencias en nuestro organismo. Ten presente que las deficiencias nutricionales se pueden evidenciar de muchas maneras. Se pueden reflejar de manera física en nuestro cuerpo, y también a nivel comportamental, por ejemplo, irritabilidad, falta de concentración, nerviosismo, etc.
Deficiencias nutricionales más comunes
Hierro
La deficiencia de hierro es más común de lo que se imagina. Según la OMS, cerca del 33% de mujeres en edad reproductiva tienen deficiencia nutricional de hierro, al igual que cerca del 42% de niños en todo el mundo.
Tener deficiencia de hierro puede desencadenar en una anemia. Y es que el hierro es un mineral que interviene directamente en la formación de la hemoglobina, así como en otras funciones del organismo.
La deficiencia de hierro puede provocar dolores de cabeza, caída de cabello, uñas débiles, mareos, fatigas, infecciones frecuentes y piel pálida. Alimentos como las espinacas, las legumbres, las semillas de calabaza, la quínoa, el brócoli, el tofú y los mariscos son buena fuente de hierro.
Vitamina D
La vitamina D es una vitamina muy importante para el cuerpo, pues es la que ayuda a que absorbamos mejor el calcio. También se necesita para el mantenimiento del sistema nervioso, muscular e inmune.
Esta es una de las deficiencias nutricionales más frecuentes porque es una vitamina que se encuentra en pocos alimentos. Alimentos como el salmón, la trucha, la caballa, el atún y los hongos son fuente de vitamina D. La buena noticia es que nuestro cuerpo absorbe vitamina D de los rayos solares.
Por eso en países con inviernos muy fuertes o extendidos es común encontrar personas con deficiencia de vitamina D. Esta deficiencia puede provocar en niños raquitismo, osteoporosis en personas adultas y en mujeres embarazadas problemas de salud con el bebé.
Yodo
El yodo es un nutriente indispensable para nuestro organismo, pues ayuda al correcto funcionamiento de la glándula tiroides. De hecho, una de las causas del bocio, una enfermedad que provoca el crecimiento descontrolado de esta glándula, es la deficiencia de yodo.
Según la Organización Mundial para la Salud, OMS, al menos 50 millones de personas en el mundo sufren de deficiencia de yodo. En países como España, esta situación es un problema de salud pública, especialmente porque un gran porcentaje de mujeres embarazadas sufre de deficiencia nutricional por yodo.
Y es que esta deficiencia provoca retrasos en el crecimiento del bebé, en su desarrollo psicomotor, favorece el deterioro mental del bebé y provoca malformaciones congénitas.
Alimentos como las arvejas, fresas, arándanos, cereales, espinacas y varios tipos de mariscos son fuente de yodo.
Vitamina B12
La vitamina B12 es fundamental para la buena salud del cerebro y el sistema nervioso. La deficiencia de esta vitamina puede generar hormigueo en el cuerpo, entumecimiento de las extremidades (manos y pies), depresión, mala memoria o demencia.
También puede provocar cansancio, debilidad, constipación, anemia megaloblástica, pérdida de apetito y de peso. Esta vitamina se encuentra exclusivamente en fuentes de origen animal como el pescado, las almejas, las aves, los huevos, la leche y en general los derivados lácteos.
Personas veganas pueden presentar deficiencia de vitamina B12, en este caso se recomienda consultar con un nutricionista para tener un suplemento de esta vitamina.
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